martes, 14 de septiembre de 2010

la sonrisa perfecta...

Era ya de noche, había sacado ya a pasear a mi perra Lola, y tras disfrutar de un momento en la terraza observando el cielo, ahora era el momento "sofá-Ikea". La programación de varias cadenas televisivas me interesaba alternativamente, dependiendo de los anuncios: por un lado Callejeros Viajeros y por otro el Hormiguero..., me estoy quitando un poco de CSI.

Y es en este punto donde me llevé una grata sorpresa. Ya he comentado en alguna ocasión algunas de las ideas de Elsa Punset en su libro "la Inocencia radical". Mi sorpresa ha sido encontrarla en un programa de televisón con un contenido jocoso en ocasiones y más en compañía de Miguel Bosé.

Dentro del contenido de la pequeña entrevista, os sugiero que sigáis el enlace que he puesto, algo me llamó mucho la atención: la sonrisa de Duchenne...


Hoy va de sonrisas y de aprender a distinguirlas...



En el trabajo...

A la salida del trabajo saliendo de copas con los compañeros y el jefe...


Tras escuchar una frase supuestamente ocurrente del jefe sonriendo...


Coge la moto y sabe que pronto llegará a casa...


...al entrar en casa: me mira y me sonríe...ésta es la buena¡¡¡ las patas de gallo dicen que ésta sí que sí...ésta es la sonrisa perfecta...



Todos hemos practicado en muchas ocasiones la sonrisa forzada, la politicamente correcta. Esa sonrisa que ponemos para las fotos de carnet, en la que casi nunca nos reconocemos. También esa sonrisa sumisa y obediente en el trabajo, por aquello de no levantar sospechas que nos delaten que estamos pelín quemados. Sonrisas familiares. Esa pequeña sonrisa al mirarnos cada día en el espejo, mezcla de autoafirmación y compasión. Pero la auténtica "sonrisa de Duchenne", la sonrisa perfecta, nos brota sin previo aviso pero con toda la complicidad posible, cuando nos vemos reflejados en los ojos de una persona querida...


Hugh Jackman: el auténtico X-Men...

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