martes, 27 de diciembre de 2011

mis deseos para el 2.012...


En estos días de balances, de sumas y restas entre el "debe" y el "haber", me quedo con una fotografía muy interesante de Michael Papendieck que agrupa todos mis deseos para el 2.012. Si en lo visual el rojo parece mi color favorito para mí misma y para todas las personas que aprecio, amo o me interesan...el sentido, la forma y el fondo lo ponen algunos valores que admiro profundamente y que deseo se hagan extensivos a todas aquellas personas que lean mi mensaje. Más allá de los deseos primarios de salud, paz y amor...están los deseos "tipo envoltorio" tan importantes o más que los primarios. Deseos que si dejamos son capaces en sí mismos de colarse por nuestros poros sin que nos demos cuenta. Deseos de una vida llena de imaginación, de creatividad, de esforzarnos más allá de lo puramente cotidiano, de envolver nuestras vidas con un film transparente de esfuerzo e inteligencia para conseguir entre todos hacer realidad la magia de la flexibilidad. La flexibilidad  necesaria para llegar a final de mes con un salario algo reducido. La flexibilidad ante todo aquello que el futuro nos proponga. La flexibilidad necesaria para no desilusionarnos ante nadie ni nada. La magia de sonreir en los momentos más difíciles y la magia de compartir nuestra existencia  instante a instante lejos de lo polìticamente correcto y sólo porque sí con las personas que decidamos e incluso con nosotros mismos. Flexibilidad necesaria y compartida por igual entre obligaciones y libertades sin perder el punto necesario de rebeldía.
Porque la vida es mágica, en el 2.012  mi mayor deseo para todos es que no dejemos olvidados en el día a día el rojo, la flexibilidad y la creatividad en todo aquello en lo que decidamos embarcarnos o sumergirnos porque de seguro detrás de todo ello, agazapada en la sombra igual que un claro-oscuro...estará la felicidad, la nuestra, la de todos...por efímera, cambiante e ilusoria que en ocasiones nos parezca.

Un abrazoooooo de osoooooooooooo a todos¡¡¡.

lunes, 26 de diciembre de 2011

abrazado a la tristeza...


"Borracho de amor, de amor y libertades"...dice la canción

jueves, 22 de diciembre de 2011

cámara oculta...

En ocasiones, el trabajo  nos proporciona momentos estelares, casi casi impagables. Pero esta idea que ronda mi mente en este instante es transitoria...lo que deseo ansiosamente es que me paguen.

Mi paciente, a su corta edad, resultaría un paciente estricto, inquisitivo y desprovisto de compasión. El acompañante, su padre...un hombre joven, amable, risueño, hasta incluso atractivo.

-De dónde eres? me preguntó.
-Por qué? tanto se nota? respondí.
-De Bilbao centro, continué diciendo esbozando una sonrisa nada forzada.

La situación era surrealista.

Su hijo precisaba de mis servicios. Se trataba de hacer una cura que yo misma decidí días antes controlar su evolución en el Servicio de Urgencias. No se trataba de ningún trato de favor, tan sólo de propio interés por ver la evolución de una cura que yo misma había iniciado. Pero mi paciente, mi paciente nada inglés, me mostraría su lado oscuro: enfurruñado me miraba, no descuidaba ninguno de mis movimientos, ni mucho menos de los pasos a seguir en la cura y posterior vendaje. Su cara lo decía todo...aquello no era de su agrado. Finalizado el trabajo el padre amablemente me dió las gracias, sonrió y dijo: da las gracias. El paciente, su hijo, no estaba decidido a hacerlo, más bien no estaba en nada de acuerdo con el resultado. Él quería un vendaje ligerito.

 Muchos pacientes desean un resultado diferente al que se obtiene tras una cura o un vendaje ya que su pensamiento sobre lo que se debe o no debe hacer, reposo o actividad, discrepa mucho de los consejos sanitarios.

Feliz y contenta decidí desaprender lo aprendido. Deshacer lo realizado. Al más puro estilo Penélope...deshice el vendaje y la cura.

El padre no sabía qué decir: no le hagas caso. Sonreía casi casi avergonzado.

-Si esto es una cámara oculta no me extañaría nada, le dije ente risas.

El padre se echó a reir, la situación era totalmente surrealista. Un niño de 11 años me decía, me comentaba, noooo más bien me ordenaba cómo quería su cura y su vendaje.

-Tú de mayor vas a ser ingeniero¡¡¡ le dije.

El padre comenzó a reir abiertamente.

-Su abuelo y sus tíos son ingenieros. Él va para ingeniero, me comentó.

Sin saberlo, el niño-paciente-futuro ingeniero me alegró la guardia. Llevaba muchas horas de guardia a mis espaldas. Llevaba muchas guardias en una misma semana a mis espaldas. Llevaba mucha, incluso demasiada carga emocional a mis espaldas en un día que quedará marcado en el calendario familiar y en el calendario personal por un evento al que no sólo no me habían invitado. Un evento en el que yo no sería la protagonista principal, pero puede que sí la sufridora principal...una boda que lejos de dejarme indiferente dejaba mi músculo cardíaco un poco afectado y necesitado de un sten...

Nos despedimos amablemente, giré la cabeza y comenté al resto de pacientes que seguían desde los boxes nuestra conversación:

-algún paciente más quiere decirme cómo lo quiere???

Las risas duraron un buen rato.

jueves, 15 de diciembre de 2011

un fado...


Tras dos guardias seguidas ...me he quedado sin voz.

Por suerte en casa se escucha una bella voz de mujer: un fado.

lunes, 12 de diciembre de 2011

neutralidades...

Desde hace tiempo repito y me repito: he dejado de creer en el mundo de las casualidades. Al mismo tiempo comencé a creer en el mundo de las causalidades y por otro lado en el mundo de las sincronicidades. Esta circunstancia también me ha llevado a descreer del mundo de las neutralidades.

Decirse neutral, no sólo no significa serlo, tampoco significa parecerlo. De alguna manera la mera decisión de abanderarse como neutral ya lleva implícito a mi manera...desmarcarse por algo o por alguien según el contexto.

YYY en asuntos de familia...más. YYY en asuntos de divorcios...mucho más¡¡¡. YYY en asuntos de bodas...

El pueblo hoy huele a leña y a crêpes con chocolate...


En casa huele a ramas de eucalipto, pinsapo, musgo y canela...mientras suena una canción.

Nada es por casualidad¡¡¡.

domingo, 4 de diciembre de 2011

jueves, 1 de diciembre de 2011

un libro entre mis manos...

Los regalos...regalos son. Pero entre todos ellos están aquellos que no esperábamos. Regalos que traspasan la barrera de lo material. En ocasiones tan sólo un abrazo. En otras ocasiones un beso. En algunas...un libro.

En esta ocasión el regalo reagrupaba el abrazo, el beso y el libro.

Un libro entre mis manos: y un comienzo prometedor. Una leyenda que encierra una profunda reflexión.

                  La memoria no nos serviría de nada
                       si fuera rigurosamente fiel.
      
                                 PAUL VALÉRY


Presiento que "el sabor de las pepitas de manzana" de Katharina Hagena me va a gustar...nada es por casualidad.