Había prometido colgar un vídeo. Una fecha marcada en el calendario y sin necesidad de tener una PALM para recordarlo.
Cinco minutos y cuarenta y tres segundos intensos. Sin palabras...
Nuestras vidas se han entrecruzado y ella no lo sabe aún¡¡¡.
Adriana es la mejor...dibujando un corazón...
Post con fecha 7-diciembre de 2010
miércoles, 9 de febrero de 2011
jardines impresionistas...
Los jardines siempre han atraído mi atención...
No sé si el recuerdo de una etapa de mi vida al más puro estilo "familia Ingalls" me hace retomar la idea de "huerto productivo". Puede que en un futuro me vea sembrando los guisantes que tanto me gustaban.
La idea de casita de piedra con chimenea y huerto me sigue atrayendo...
Estos cuadros nunca colgarán de las paredes en el salón de mi casa...
Aunque también tengo que decir que más que nenúfares impresionistas parecen nenúfares surrealistas¡¡¡. YYY en mi estanque soñado: mi fantasía y mi imaginación sólo los visualizan solitarios y en tamaño normal.
La vida moderna al aire libre...
Puedo decir que durante un tiempo este Monet si colgaba de una escarpia en una pared del hogar y ahora creo que cohabita con otros enseres en el trastero, aunque no estoy muy segura...he hecho amnesia selectiva.
Un Monet muy poco Monet el mío claro¡¡¡.
Pero la satisfacción de poderlo admirar a una distancia corta y en su versión más original y única, puede ser un momento único y seguramente irrepetible.
La primera vez que tuve la oportunidad de ver un cuadro impresionista real y auténtico, no un poster, fue para mí una sensación indescriptible. Aquellos lienzos habían traspasado las hojas de los libros que en tantas ocasiones había admirado en las tardes lluviosas de invierno. Una taza de té, buena música y algún libro de pintura era para mí y a día de hoy lo sigue siendo...un buen plan¡¡¡.
Por eso mismo el plan puede convertirse en planazo¡¡¡...
Tan sólo se trata de hacer una pequeña escapada a Madrid y poder admirar una colección impresionista junto con otra, la exposición fotográfica de Mario Testino y disfrutar de "un dos por uno"....impresionanteee¡¡¡¡
-Dame una manzana y un jardín...que con eso me basta (Renoir)...
Post escrito el 3-diciembre de 2010 ...voy con retraso editando¡¡¡
Diferenciar entre "jardín productivo" o "jardín privado de recreo" puede parecer un tema de conversación poco apetecible, pero si hablamos de los "Jardines impresionistas" en el Museo Thyssen-Bornemisza la historia cambia y mucho.
No sé si el recuerdo de una etapa de mi vida al más puro estilo "familia Ingalls" me hace retomar la idea de "huerto productivo". Puede que en un futuro me vea sembrando los guisantes que tanto me gustaban.
La idea de casita de piedra con chimenea y huerto me sigue atrayendo...
Estos cuadros nunca colgarán de las paredes en el salón de mi casa...
Aunque también tengo que decir que más que nenúfares impresionistas parecen nenúfares surrealistas¡¡¡. YYY en mi estanque soñado: mi fantasía y mi imaginación sólo los visualizan solitarios y en tamaño normal.
La vida moderna al aire libre...
Puedo decir que durante un tiempo este Monet si colgaba de una escarpia en una pared del hogar y ahora creo que cohabita con otros enseres en el trastero, aunque no estoy muy segura...he hecho amnesia selectiva.
Un Monet muy poco Monet el mío claro¡¡¡.
Pero la satisfacción de poderlo admirar a una distancia corta y en su versión más original y única, puede ser un momento único y seguramente irrepetible.
La primera vez que tuve la oportunidad de ver un cuadro impresionista real y auténtico, no un poster, fue para mí una sensación indescriptible. Aquellos lienzos habían traspasado las hojas de los libros que en tantas ocasiones había admirado en las tardes lluviosas de invierno. Una taza de té, buena música y algún libro de pintura era para mí y a día de hoy lo sigue siendo...un buen plan¡¡¡.
Por eso mismo el plan puede convertirse en planazo¡¡¡...
Tan sólo se trata de hacer una pequeña escapada a Madrid y poder admirar una colección impresionista junto con otra, la exposición fotográfica de Mario Testino y disfrutar de "un dos por uno"....impresionanteee¡¡¡¡
-Dame una manzana y un jardín...que con eso me basta (Renoir)...
Post escrito el 3-diciembre de 2010 ...voy con retraso editando¡¡¡
domingo, 30 de enero de 2011
algo en la cabeza...
Hace días que no he publicado ningún post en este espacio. Tan sólo se trata de un poco de falta de tiempo porque en verdad si he estado escribiendo en el blog original, así que en estos días me dedicaré al copiar y pegar y recuperar los posts que se han ido sucediendo...
La historia continúa y mi cabeza llena de ideas...
La historia continúa y mi cabeza llena de ideas...
miércoles, 8 de diciembre de 2010
vida animada...
La historia de un beso que se difumina en el tiempo y el espacio. Una historia llena de melancolía y también de esperanza. Un equilibrio que en ocasiones se hace difícil. Un mundo desconocido para nosotros, aún no hemos llegado tan lejos.
Porque es más importante lo que ha de venir, que lo que se ha de marchar.
Pasado, presente y futuro...todo un enigma¡¡¡
día a día...
Decir que el tiempo es río es decir nada,
ni nace ni termina su corriente,
fluye desde horizontes infinitos
y seguirá, sin duda, hasta el olvido,
nacer nadie lo vio, ni le verá acabar,
en él flotamos por confusos trechos,
el tiempo de surgir y sumergirse
es el de nuestra vida, tan pequeña,
tan torpe, tan voraz, tan impaciente
que apenas nace y a morir empieza.
Feliz llamaban los antiguos vates
al que joven moría, eran los dioses
los que daban el don de no ir más lejos.
El fin siempre es temprano, cada día
es toda la vida en tiempo pleno,
no hay más que el hoy,
que este momento solo
en que conozco que estoy vivo y siento.
Cada día es el día y cada hora
es la única hora de la vida,
todo el ayer se fue en reminiscencia
y el mañana no existe todavía.
No llegamos a viejos, sólo somos
en la invariable vaguedad del ser,
los nombres son equívocos, las fechas
hacen inerte cuenta sin sentido,
no somos el de ayer ni el de mañana,
somos el de hoy apenas,
la vida empieza en cada amanecida
y la conciencia muere en cada noche.
Yo podría contar la historia vana
de una vida que acaso fue la mía,
pero que es tan ajena y tan extraña
ante esta hora en que me nombro y busco.
No se es viejo ni joven, se está vivo
y soy yo, el de hoy, quien hace el mundo
con mi mano segura o temblorosa,
con la errada visión que siempre tuve,
jugando el juego
de ausencias y presencias
que sólo para mí tiene sentido.
Todo está en ti, día que amaneces,
toda mi vida en mí sin sobra y falta,
como fue en cada hora ya contada,
como será en un siempre día a día.
Arturo Uslar Pietri.
Una música suena...
ni nace ni termina su corriente,
fluye desde horizontes infinitos
y seguirá, sin duda, hasta el olvido,
nacer nadie lo vio, ni le verá acabar,
en él flotamos por confusos trechos,
el tiempo de surgir y sumergirse
es el de nuestra vida, tan pequeña,
tan torpe, tan voraz, tan impaciente
que apenas nace y a morir empieza.
Feliz llamaban los antiguos vates
al que joven moría, eran los dioses
los que daban el don de no ir más lejos.
El fin siempre es temprano, cada día
es toda la vida en tiempo pleno,
no hay más que el hoy,
que este momento solo
en que conozco que estoy vivo y siento.
Cada día es el día y cada hora
es la única hora de la vida,
todo el ayer se fue en reminiscencia
y el mañana no existe todavía.
No llegamos a viejos, sólo somos
en la invariable vaguedad del ser,
los nombres son equívocos, las fechas
hacen inerte cuenta sin sentido,
no somos el de ayer ni el de mañana,
somos el de hoy apenas,
la vida empieza en cada amanecida
y la conciencia muere en cada noche.
Yo podría contar la historia vana
de una vida que acaso fue la mía,
pero que es tan ajena y tan extraña
ante esta hora en que me nombro y busco.
No se es viejo ni joven, se está vivo
y soy yo, el de hoy, quien hace el mundo
con mi mano segura o temblorosa,
con la errada visión que siempre tuve,
jugando el juego
de ausencias y presencias
que sólo para mí tiene sentido.
Todo está en ti, día que amaneces,
toda mi vida en mí sin sobra y falta,
como fue en cada hora ya contada,
como será en un siempre día a día.
Arturo Uslar Pietri.
Una música suena...
jueves, 2 de diciembre de 2010
limerencia...
Te quiero...pero no estoy enamorado de tí¡¡¡
Con esta frase magistral comienza Elsa Punset un post escrito para "Inteligencia emocional".
En busca de la limerencia perdida¡¡¡ podría ser uno de mis próximos objetivos a corto plazo.
Lo complicado es que según la descripción: se trata de un estallido propio de la naturaleza en el que nosotros poco podemos influir yyy mucho menos buscar. Algo irrefrenable que nos subyuga. Puede que aquí ayudararía un poco aquel frasco mágico de feromonas con olor a frambuesa que una buena amiga me regaló, seguramente en previsión de mis pocas dotes innatas para cautivar a algún ejemplar del género masculino.
Parece ser, según lo leído en dicho artículo, que el vínculo amoroso tiene fecha de caducidad al igual que los yogures de la nevera, con la diferencia de que los yogures una siempre termina por comérselos....estén o no estén caducados. YYY siempre están igual de buenos¡¡¡.
Siguiendo dichas explicaciones: una podría llegar a la conclusión de que en realidad poco margen de maniobra existe. Si la fecha de caducidad es limitada o vamos un poco ajustados...el final siempre estaría por llegar. Conocer esta conclusión desde la salida nos ahorraría muchos disgustos y se trataría de aceptar lo inevitable.
Con la mirada perdida y sola...
Hace unas pocas guardias: un compañero y yo hablabamos de este tema (sin haber leído todo esto) y los dos llegábamos a decir que creíamos o queríamos creer que el amor para toda la vida podría darse. No hablabamos de matrimonio. Esto no quería decir que nosotros lo hayamos conocido, pero que al igual que las meigas...haberlos, haylos¡¡¡. YYY que con todo ello nosotros no eramos escépticos de darse dicha oportunidad, aunque no hayamos sido tocados en el hombro por esa barita mágica.
En relación al enlace que he colocado puedo decir que he sentido y siento afecto por algunas personas y compañeros de trabajo. He sentido afecto por algunos familiares. He sentido afecto por mis perras a lo largo de la vida. Siento afecto por la perra que vive a mi lado, pero el vínculo amoroso con la persona querida no era (hablo por mí misma)...cierto afecto¡¡¡ yyy lo tengo muy claro.
Pero sabiendo que la ciencia avanza una barbaridad y que se dan por ciertas... ciertos pensamientos o creencias...creeré que la fecha de caducidad estaba caduca y estaré muy atenta de darse un nuevo estadío de limerencia...no se me amontonen los números de las fechas¡¡¡
Mi próxima adquisición será un ábaco¡¡¡
La historia irá de miradas, música de ambiente yyy naturaleza...
Con esta frase magistral comienza Elsa Punset un post escrito para "Inteligencia emocional".
En busca de la limerencia perdida¡¡¡ podría ser uno de mis próximos objetivos a corto plazo.
Lo complicado es que según la descripción: se trata de un estallido propio de la naturaleza en el que nosotros poco podemos influir yyy mucho menos buscar. Algo irrefrenable que nos subyuga. Puede que aquí ayudararía un poco aquel frasco mágico de feromonas con olor a frambuesa que una buena amiga me regaló, seguramente en previsión de mis pocas dotes innatas para cautivar a algún ejemplar del género masculino.
Parece ser, según lo leído en dicho artículo, que el vínculo amoroso tiene fecha de caducidad al igual que los yogures de la nevera, con la diferencia de que los yogures una siempre termina por comérselos....estén o no estén caducados. YYY siempre están igual de buenos¡¡¡.
Siguiendo dichas explicaciones: una podría llegar a la conclusión de que en realidad poco margen de maniobra existe. Si la fecha de caducidad es limitada o vamos un poco ajustados...el final siempre estaría por llegar. Conocer esta conclusión desde la salida nos ahorraría muchos disgustos y se trataría de aceptar lo inevitable.
Con la mirada perdida y sola...
Hace unas pocas guardias: un compañero y yo hablabamos de este tema (sin haber leído todo esto) y los dos llegábamos a decir que creíamos o queríamos creer que el amor para toda la vida podría darse. No hablabamos de matrimonio. Esto no quería decir que nosotros lo hayamos conocido, pero que al igual que las meigas...haberlos, haylos¡¡¡. YYY que con todo ello nosotros no eramos escépticos de darse dicha oportunidad, aunque no hayamos sido tocados en el hombro por esa barita mágica.
En relación al enlace que he colocado puedo decir que he sentido y siento afecto por algunas personas y compañeros de trabajo. He sentido afecto por algunos familiares. He sentido afecto por mis perras a lo largo de la vida. Siento afecto por la perra que vive a mi lado, pero el vínculo amoroso con la persona querida no era (hablo por mí misma)...cierto afecto¡¡¡ yyy lo tengo muy claro.
Pero sabiendo que la ciencia avanza una barbaridad y que se dan por ciertas... ciertos pensamientos o creencias...creeré que la fecha de caducidad estaba caduca y estaré muy atenta de darse un nuevo estadío de limerencia...no se me amontonen los números de las fechas¡¡¡
Mi próxima adquisición será un ábaco¡¡¡
La historia irá de miradas, música de ambiente yyy naturaleza...
miércoles, 24 de noviembre de 2010
la cicatriz...
Estaba cansada, era ya de noche y hacía frío en el piso. No eran horas de encender la calefacción e incrementar el gasto energético. Lo mejor: ir a la cama a leer, bien tapada con el edredón nórdico.
Una breve editorial de opinión en una revista llamó mi atención y me hizo reflexionar sobre la musculatura de mis brazos.
En ella: la autora Pilar Varela escribe y transcribo:
En un momento cariñoso un amigo me preguntó:
-qué era eso?
-una cicatriz contesté.
-qué te pasó?
Ninguna aventura interesante de contar, no pasó nada, respondí.
Fue un conjunto de microtraumatismos, según diagnosticó el traumatólogo antes de operarme. La razón es que soy diestra. Mi mano derecha tiene que estar libre, ir ligera, porque abre las puertas, estrecha manos, firma, se pone las gafas...es la que hace todo mientras mi brazo izquierdo disciplinariamente carga.
Mi amigo sonrió incrédulo ante esa explicación, porque a los hombres no les falta el supraespinoso...que es el músculo que se me rompió por acarrear cinco paquetes de leche, tres o cuatro libros y carpetas, por llevar a un niño en brazos, por abrir la puerta de un coche, por toda esa actividad constante que el brazo menos importante ofrece al otro para que éste pueda manejarse libremente.
Qué cosas les pasan a las mujeres, debió pensar. Un accidente, una operación, un parto...es lo que se suele pensar que daña el cuerpo de una mujer dejando una cicatriz. Sin embargo una cicatriz es más que una marca imborrable, más que un dibujo feo, o quizá raramente hermoso, sobre la piel, es un rasgo humano, un tributo de vida, un recuerdo permanente que siempre significa algo.
Mi amigo y yo seguimos hablando de otras cosas y olvidamos esa costura que siguió coronando mi hombro y exhibiéndose, tal y como continuará de por vida.
Pero, después de aquel momento, reflexioné sobre la charla y pensé que el brazo izquierdo, el currante, es una metáfora, de algunas mujeres, no todas, pero sí de muchas.
Tengo varias amigas que han trabajado afanosamente en el anonimato para que luzcan sus parejas. Ellos han sido la metáfora del brazo derecho, el que busca, decide, protege; el que manda y resuelve problemas, el que protagoniza la vida. Ellas han asumido el papel de brazo izquierdo, el que ayuda en silencio, se afana, apoya, facilita y aguanta, el que está dispuesto a llegar hasta el final, el que a veces se rompe, el que no siempre cicatriza.
.......
Tras terminar de leerlo, cerré la revista, apagué la luz y los pensamientos, esas nubes que van de un lugar a otro comenzaron un viaje desde un hemisferio a otro, se hacían notar.
Palpé en la oscuridad mi brazo derecho: en él un pequeño relieve me recuerda que tengo unas fibras musculares rotas. Hace algún tiempo y tras un tirón de la maleta al intentar bajarla en el avión mi músculo emitió un pequeño chasquido. Poco a poco, gracias al tiempo que pasa, me voy olvidando y en ocasiones la historia se vuelve a repetir.
El viernes mientras cargaba las bolsas de la compra en previsión de un fin de semana gastronómico-familiar....el músculo volvió a hacer....crack¡¡¡
Pero resulta que se trata de mi brazo derecho precisamente y soy diestra. Ahora yo no soy el brazo izquierdo de nadie, pero sí reconozco la historia y me reconozco en la sombra, siendo yo misma ese brazo izquierdo yyy en cuanto a la cicatriz...
Ahora: cuento con mis dos brazos, dos manos, dos piernas...que la vida es un tango animado¡¡¡.
Una breve editorial de opinión en una revista llamó mi atención y me hizo reflexionar sobre la musculatura de mis brazos.
En ella: la autora Pilar Varela escribe y transcribo:
En un momento cariñoso un amigo me preguntó:
-qué era eso?
-una cicatriz contesté.
-qué te pasó?
Ninguna aventura interesante de contar, no pasó nada, respondí.
Fue un conjunto de microtraumatismos, según diagnosticó el traumatólogo antes de operarme. La razón es que soy diestra. Mi mano derecha tiene que estar libre, ir ligera, porque abre las puertas, estrecha manos, firma, se pone las gafas...es la que hace todo mientras mi brazo izquierdo disciplinariamente carga.
Mi amigo sonrió incrédulo ante esa explicación, porque a los hombres no les falta el supraespinoso...que es el músculo que se me rompió por acarrear cinco paquetes de leche, tres o cuatro libros y carpetas, por llevar a un niño en brazos, por abrir la puerta de un coche, por toda esa actividad constante que el brazo menos importante ofrece al otro para que éste pueda manejarse libremente.
Qué cosas les pasan a las mujeres, debió pensar. Un accidente, una operación, un parto...es lo que se suele pensar que daña el cuerpo de una mujer dejando una cicatriz. Sin embargo una cicatriz es más que una marca imborrable, más que un dibujo feo, o quizá raramente hermoso, sobre la piel, es un rasgo humano, un tributo de vida, un recuerdo permanente que siempre significa algo.
Mi amigo y yo seguimos hablando de otras cosas y olvidamos esa costura que siguió coronando mi hombro y exhibiéndose, tal y como continuará de por vida.
Pero, después de aquel momento, reflexioné sobre la charla y pensé que el brazo izquierdo, el currante, es una metáfora, de algunas mujeres, no todas, pero sí de muchas.
Tengo varias amigas que han trabajado afanosamente en el anonimato para que luzcan sus parejas. Ellos han sido la metáfora del brazo derecho, el que busca, decide, protege; el que manda y resuelve problemas, el que protagoniza la vida. Ellas han asumido el papel de brazo izquierdo, el que ayuda en silencio, se afana, apoya, facilita y aguanta, el que está dispuesto a llegar hasta el final, el que a veces se rompe, el que no siempre cicatriza.
.......
Tras terminar de leerlo, cerré la revista, apagué la luz y los pensamientos, esas nubes que van de un lugar a otro comenzaron un viaje desde un hemisferio a otro, se hacían notar.
Palpé en la oscuridad mi brazo derecho: en él un pequeño relieve me recuerda que tengo unas fibras musculares rotas. Hace algún tiempo y tras un tirón de la maleta al intentar bajarla en el avión mi músculo emitió un pequeño chasquido. Poco a poco, gracias al tiempo que pasa, me voy olvidando y en ocasiones la historia se vuelve a repetir.
El viernes mientras cargaba las bolsas de la compra en previsión de un fin de semana gastronómico-familiar....el músculo volvió a hacer....crack¡¡¡
Pero resulta que se trata de mi brazo derecho precisamente y soy diestra. Ahora yo no soy el brazo izquierdo de nadie, pero sí reconozco la historia y me reconozco en la sombra, siendo yo misma ese brazo izquierdo yyy en cuanto a la cicatriz...
Ahora: cuento con mis dos brazos, dos manos, dos piernas...que la vida es un tango animado¡¡¡.
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