En ocasiones las situaciones nos sorprenden, especialmente todas aquellas que no esperamos.
Nos vemos gratamente soprendidos por pequeños guiños, risas, frases con doble sentido, pequeñas maldades, pequeñas ironías que no hacen más que tejer una telaraña que nos cautive y que cautive. Tener la capacidad de reinventarnos, volvernos olvidadizos de un pasado que sólo nos restaba y ahora los sentimientos se suman aunque con ellos tan sólo se pretenda conseguir: el don de fluir...
Vivir un presente sin la necesidad de mendigar, toda una aventura...el antiguo "don de fluir".
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