miércoles, 14 de julio de 2010

el azul del mar...

Son ya quince días que no lo he visto. No siento ninguna opresión en el pecho, ni mi respiración está acelerada. Tampoco me siento falta de energías, ni perezosa....todo lo contrario. Creo que este verano el salitre y la vitamina D me han despertado nuevas ilusiones.

Supongo que mucha gente pasará más tiempo sin verlo, sin escucharlo y sus vidas no se verán afectadas por su falta. Puede que nunca lo hayan visto o puede que nunca se hayan detenido a observarlo, ni sentido esa necesidad.

Precisamente ése es mi sentimiento: siento que me falta algo¡¡¡

El mar y su influencia ha sido para mí todo un descubrimiento¡¡¡¡


Cuando vivíamos en Madrid ya comencé a sentir esa falta. El hecho de llegar a Lerma, en medio de un secarral de color amarillo pajizo, ya me advertía de que en esa dirección....nada de azul-mar¡¡¡

El invierno pasado he recuperado el paisaje del hogar, el sonido del mar en los días de lluvia y con fuerte eco...y ahora ya en verano, en estos días de intenso calor, no sólo echo en falta la sensación que causa al sumergirme en él....echo en falta ese sonido de fondo que me envuelve cuando estoy allí.

Pronto, muy pronto podré escucharlo, contemplarlo, admirarlo y apreciarlo, siempre cambiante: su mayor virtud¡¡¡

Mientras llega mañana....escucho....

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