lunes, 26 de julio de 2010

lampara mágica...

Al hilo de una conversación con un compañero de Campamento y sin embargo amigo...él terminaba redondeando su exposición diciendo:
-las casualidades no existen, existen las causalidades.
Esta frase puede resumir en verdad todo lo que me ha ocurrido esta semana.

También hablamos sobre lo fácil que nos resulta fabular sobre las vidas ajenas, transmitiendo nuestras propias frustraciones en esas fabulaciones, haciéndonos creer a nosotros mismos que la supuesta felicidad de los demás, se basa en caso de existir, en puro azar...
Frases hechas que nos reafirman supuestamente de que en el hipotético caso de hacer nosotros lo mismo, la felicidad, nuestra felicidad estaría asegurada:
-qué bien vives¡¡¡
-otra vez de vacaciones¡¡¡

Vestida para la ocasión, al más puro estilo Lara Croft, he sentido la necesidad de echarme al monte, idear y confabular mis propias fabulaciones...

Hacía un "sol de justicia" y las gotas de sudor me corrían por toda la cara, mi paso era decididamente "a paso ligero". No sé sí fruto de una insolación, de una deshidratación, de ese sudor que me nublaba la vista, de todo ello junto o de alguna lámpara mágica oculta en el camino y que he frotado sin darme cuenta...surge a mis espaldas un camión de bomberos, lleno de bomberos. Estarían de prácticas¡¡¡. Por unos instantes he dejado de ser transparente y todos se han fijado en mí....principalmente porque me he tenido que apartar del camino forestal o pasaban por encima mío. Tras su paso han dejado una estela de polvo que ha difuminado mi  visión de tanto hombre junto y ellos tampoco habrán podido seguir las andanzas de la "supuesta Lara Croft madurita" por el retrovisor del camión.

De haber existido una lámpara mágica y de haberla frotado...puede que mi deseo hubiese sido más: visualizar al hombre del anuncio de Coca-Cola con refresco incluído, pero no ha sido así.

Despejado el horizonte: he continuado caminando ligera, aunque no ligera de "equipaje pensante" y me topo con cuatro hombres de edad madurita y oigo que uno comenta en voz alta:
-menuda aparición¡¡¡

El paseo no puede ser más surrealista. Ahora soy yo la que está al otro lado de algún proceso de deshidratación o de insolación de algún madurito.



Claro que si el camión de bomberos por el camino ha sido fruto de la imaginación, no era real, era sólo producto de una fabulación o fruto de frotar una lámpara mágica...todavía estoy a tiempo de seguir fabulando y de pedir mis dos deseos restantes en lo que queda de día...y más en el día de Santa Ana¡¡¡

Efectivamente se trata de...causalidades¡¡¡

No hay comentarios:

Publicar un comentario